EN UN DÍA DE INVIERNO Y BUENA HELADA

 

 

En la foto: mi cuñado Herminio, mi hermano Victorino, mi madre y yo.

 

EN UN DÍA DE INVIERNO Y BUENA HELADA: en mi comarca, se aprovechaba para hacer la matanza del chon; participábamos toda la familia y mi padre se empeñaba en que los más chicos sujetáramos el rabo.

El primer día se lavaba el vientre del chon en el río y se hacían las morcillas, el borono y la bola.

 

En la foto: mi madre y mi hermano Laury haciendo chorizos.

A los dos días, se estazaba el chon, se picaba la carne y parte de grasa y se hacían dos tipos de chorizo: el normal y el sabadál, que llevaba el pulmón.

Se freía el lomo y el solomillo y se metía en aceite.

Se ponían los jamones con mucha sal en un arca de lanchas y con un peso encima; a los 40 días se sacaban, se lavaban y adobaban con pimentón dulce y picante y orégano y se colgaban en la hornera.

En la foto: mi madre colgando los chorizos en el varal.

Una vez hechos los chorizos, se colgaban en un varal en la hornera, que tenía una ventana al norte y se ahumaban.